No podemos irnos sin homenajear en este blog a nuestros compañeros que ya cesan su labor para obtener el beneficio de la jubilación.
Gracias por formar parte de nuestra historia, de nuestra enseñanza y gracias por ser compañeros.
HASTA SIEMPRE...
Uno siempre piensa que estas cosas no le van a ocurrir, que esto solo le sucede a los demás. Pero lo cierto es que todo llega: han pasado años y han pasado cosas.
Hablaba Cristina Lluch en su discurso :
Seguramente cuando todos nosotros decidimos dedicarnos a esto del magisterio, pensamos que lo que queríamos hacer era enseñar, pero pienso que esa es sólo una parte de nuestro oficio. A los maestros y maestras nos toca también aprender y con compañeros como éstos, yo os aseguro que se aprende tanto personal como profesionalmente.
Cristina ha tenido la gran suerte de trabajar junto a Don Fernando, Doña Rosi y Doña Paqui, junto a ellos y junto a Margarita Ramos, por lo que decidió dedicarles unas palabras, palabras que definían claramente a estos grandes maestros.
Aquí se las dejamos. Para leer el discurso entero, haz clic en "mas información"
Admirados compañeros, no sé si los nervios me van a
traicionar porque es la primera vez que me veo en esta situación, pero no podía
ser de otra manera, ya que vosotros cuatro habéis dado significado a mi vida en
Sotomayor y Terrazas, tanto profesional como personalmente, y qué menos, que
unas pequeñas palabras para tan grandes personas.
Cuando llegué a este colegio, venía de
centros pequeños donde uno “se lo guisaba y se lo comía” y aquí encontré un
equipo “el equipo de Infantil”. Como coordinadora de ese equipo, durante la
mayoría de los años que permanecí en él, una persona en muchos aspectos
envidiable, Margarita.
No voy a enumerar todos los adjetivos
que se te podrían aplicar, sólo diré que admiro tu vitalidad, tu energía, tus
ganas de estar ahí y que te agradezco profundamente el respeto con el que me he
sentido tratada durante los años que he permanecido a tu lado. Gracias.
Cuando decido dar el paso a primaria,
me encuentro con la señorita Rosi.
Rosi, no te imagino ejerciendo otra
profesión, eres maestra las veinticuatro horas del día. Tu dedicación,
preocupación por tus alumnos, nivel de exigencia… y sobre todo tu conducta más
que tus palabras, nos demuestra que eres una persona enamorada de tu trabajo. A
tu lado aprendí los entresijos de una clase de primaria; y como lo de ser
maestra no es algo de quita y pon, seguro que tus nietas llegarán
preparadísimas al colegio para alegría de las compañeras de Infantil.
Y después de dos cursos más llego al
tercer ciclo, y me encuentro con Dña. Paqui y D. Fernando.
Fernando,
eres grande por fuera, pero es que es necesario, para que te quepa el corazón
que tienes.
La puerta de su clase siempre está abierta para el que lo necesita y yo lo necesitaba.
La puerta de su clase siempre está abierta para el que lo necesita y yo lo necesitaba.
-
“Fernando, no soy
capaz de imprimir tal mapa", al día siguiente de todos los continentes.
-
“Fernando, ¿cómo
podría hacer que estos niños comprendan y redacten mejor?"
-
“No te preocupes,
yo te traigo unas lecturas para que hagan esquemas y resúmenes y verás qué bien
te va”. Al día siguiente lecturas para todo el curso.
Cualquier duda que tengáis, ya sabéis,
porque a él no hay duda que se le resista, siempre encuentra la solución.
Gracias Fernando por haberme hecho sentir una
compañera más y allanarme el camino.
Y finalmente, quisiera decir unas
palabras a nuestra cuarta jubilada, ya que parece que con nosotras dos, el destino ha querido jugar. Me acercó a ti, en mi llegada, hace veintitantos años,
cuando me dieron mi primer destino aquí en Jerez y fuiste la primera persona
con la que mantuve una reunión de ciclo. ¡Qué tiempos aquellos!
¿Recuerdas
cuando pensé que las clases tenían tarima de lo alta que me pareciste?
Me impresionaste, como creo que
impresionas a todo el que llega al colegio, con la misma vitalidad y energía de
entonces. Genio y figura.
Y el destino nos volvió a acercar en
este tu último curso. ¡Ha merecido la pena!
En las distancias cortas, como yo te he
conocido, eres una persona entregada, preocupada, amiga y “sabiéndote llevar”, estupenda.
El curso que viene te echaré de menos,
de eso no cabe duda: nuestros cafés, nuestras “ confesiones”, …
Seguramente cuando todos nosotros
decidimos dedicarnos a esto del magisterio, pensamos que lo que queríamos hacer
era enseñar, pero pienso que esa es sólo una parte de nuestro oficio. A los
maestros y maestras nos toca también aprender y con compañeros como éstos, yo
os aseguro que se aprende tanto personal como profesionalmente.
A vuestro lado he aprendido mucho. Más
de lo que os imagináis vosotros y quizás más de lo que yo misma imagino.
Con vosotros, creo que se cierra una
página importante, de muchos años, de la historia de nuestro colegio. Sólo
deseo que los que nos quedamos sepamos coger vuestro legado y estar a la
altura.
Os deseo que disfrutéis de vuestra
jubilación, de vuestra familia, nietos, amigos,
y que de vez en cuando os acordéis de nosotros. Ya sabéis donde estamos.
Cristina
Lluch.
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